domingo, 28 de diciembre de 2008

Primer Estado Saudita

Además de los usos y costumbres sauditas y las anécdotas que me pasan en estas tierras, quiero abrir con esta entrada un nuevo capítulo dedicado a cosas más serias: Historia e Islam.

Nada mejor para empezar que comentar brevemente un poco de la historia reciente del Reino de Arabia Saudí (KSA para los amigos) - que conste que no he utilizado el 'copy&paste' en ninguna parte de esta entrada, y he tenido que beber de varias fuentes y charcas, así como hacer uso de mis capacidades de traducción del inglés para proporcionar este resumen a mi querida audiencia.

Esta historia reciente comienza en el año 1744 con la proclamación del Primer Estado Saudita cuando un tal Muhammad ibn Abd al Wahhab y el Príncipe Muhammad ibn Saud acordaron apoyar la causa Wahhabi - de la cual hablaré en otro momento, aunque los impacientes pueden ir a la wikipedia que para eso está. A modo de resumen, lo que se acordó en aquel momento fue la limpieza y defensa de la fe islámica.

La Casa de Saud y sus aliados consiguieron dominar casi toda la península Arábica y extender sus dominios desde Kuwait hasta Omán, incluso llegando a penetrar en territorios de Iraq y Siria (ver mapita a la derecha). En 1802 el dominio llegó hasta las dos únicas ciudades sagradas del Islam, Meca y Medina, lo cual supuso un duro golpe al Imperio Otomano que había controlado estas dos ciudades desde 1517. La única parte de la península que quedó fuera de los dominios sauditas fueron los territorios situados al sureste que hoy en día conforman Yemen y parte de Omán.

El tema de la ocupación de Meca y Medina no sentó nada bien a los otomanos, cuyo sultán Mahmud II asignó al virrey de Egipto, Muhammad Ali Pasha, la tarea de borrar el Wahhabismo de la faz de la Tierra, reconquistando las ciudades perdidas y limpiando el honor del Imperio Otomano, dando comienzo a la Guerra Otomana-Saudita en 1811. Tras siete años de reconquista y destrucción por toda la península, y tras asediar durante seis meses la capital saudita de Diriyah, en septiembre de 1818 el Imam Abdullah bin Saud ofreció la rendición de la Casa Saudí, dando fin al conocido como Primer Estado Saudita. Abdulá fue enviado a la capital del Imperio Otomano (Constantinopla), donde fue ejecutado y su cabeza arrojada a las aguas del Bósforo - nota: hay que ver qué fijación tienen estos pueblos por la práctica de la decapitación. Algunos miembros de la Casa Saudí consiguieron escapar antes de la rendición y el resto fue encarcelado en prisiones de Egipto y Constantinopla.

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