jueves, 23 de julio de 2009

Riyadh IC

Hace un par de meses nuestra empresa decidió que había llegado el momento de recortar gastos y nos cambió de compound. Dejamos unos de los más caros compounds de Riad por otro de lo más normalito, aunque el ambiente no cambió mucho. De estar en uno repleto de familias inglesas y americanas, nos fuimos a otro atestado de familias egipcias, libanesas y jordanas.

Las mentes pensantes de mi empresa nunca llegarán a comprender que si de verdad quieren incentivar a sus empleados a que se aventuren a viajar a estas tierras, deberían procurar de buscarnos alojamiento en alguno de los compounds con otro tipo de vida social que no sea sacar a pasear a los niños. No hace falta que nos metan en los compounds donde se alojan las tripulaciones de vuelo, pero al menos algo más animado sí se agradecería.

El caso es que, circunstancias de la vida, resulta que se ha incorporado más gente y no había sitio para todos nosotros en el compound, así que me presenté voluntario para mudarme a un hotel, así que he terminado en el Riyadh Intercontinental, que posiblemente sea el mejor o uno de los mejores hoteles en los que me he alojado, y que por otra parte se sitúa como el tercer mejor hotel de Riad, después del Four Seasons y del Al Faisaliah.

La habitación que tengo llegará fácilmente a los 50 metros cuadrados y las facilidades del hotel son innumerables, lo más destacado además de sus restaurantes, tiendas, piscinas, pistas de tenis y gimnasio, es un campo de golf de 9 hoyos (a pesar de encontrarse en el centro de la ciudad).

Pasando al tema de la carnaza periodística, mi conductor me ha vuelto a confiar algunos de esos rumores que tanto gusta a mis seguidores. Resulta que este hotel es muy frecuentado por algunos príncipes y demás gente de familias poderosas para sus escarceos sexuales y amorosos, porque claro, a pesar de vivir en palacetes, no hay nada mejor que un hotel así para echar una canita al aire. Es decir, un picadero a todo lujo.

Pues eso, después de casi 8 meses en el reino, porque yo lo valgo.

miércoles, 22 de julio de 2009

No rezas, no cenas

Creía que ya nada iba a sorprenderme de Arabia, pero siempre te encuentras con algo nuevo. Hoy al salir del trabajo nos hemos ido a un Tony Roma's a degustar "las costillas más famosas del mundo", como pone en la carta, aunque por supuesto en lugar de deliciosas costillas de cerdo aquí lo que sirven es un pedazo de hueso de chuletón de vaca (ni siquiera se le puede llamar ternera).

El caso es que llegamos al restaurante a eso de las 19:30 (es lo que tiene currar con británicos) y el camarero nos advierte que sólo quedan 45 minutos para la oración, algo que ya sabíamos y a lo que no sueles dar más importancia. Ya sabemos que durante la llamada a la oración todos los establecimientos cierran sus puertas y no te atienden en ningún lado, así que tienes que tener siempre en cuenta el horario cuando vas a un restaurante para hacer el pedido y que te sirvan antes de la oración.

Al principio parece difícil: cinco oraciones al día que van cambiando de horario a lo largo del año dependiendo de la posición del Sol, pero acabas pillándole el truco para saber cuándo tienes que salir a comer o a comprar y cuando es mejor que sigas a lo tuyo para no perder el tiempo delante de la puerta de un local.

Sin embargo la sorpresa nos la hemos llevado hoy cuando a eso de las 20:15 apagan las luces del restaurante. Estabamos acabando las costillas, casi en la oscuridad, cuando el camarero amablemente nos ofrece la cuenta, la cual uno de mis compañeros pagó y pudo estampar la firma gracias a una linterna que llevaba el camarero.

Cinco minutos después, el camarero nos pide amablemente que abandonemos el restaurante, pero la puerta del mismo ya se encuentra cerrada, no pueden abrirla por peligro a que algún miembro de la Mutawwa lo vea. Así que nos acompaña hasta la cocina, la cual atravesamos sin dar crédito a lo que nos estaba pasando y salimos por la puerta de atrás del restaurante.

¿Alguien habló de respetar otras creencias, culturas y costumbres?

martes, 14 de julio de 2009

Be careful my friend

Cada vez que vuelvo a este país te cuentan alguna historia que te hace sentir como si estuvieras en constante riesgo de cagarla. Mucha gente me pregunta si éste es un país seguro, y la verdad es que nunca he tenido ningún problema ni he conocido a nadie que lo tuviera. Creo que en general los expatriados tememos más a la policía y al gobierno que a los propios delincuentes o terroristas.

Por ejemplo, yo ya sabía que llevar el pasaporte contigo es más que recomendable, pero no conocía hasta qué punto. De hecho, alguna vez había salido llevando simplemente una fotocopia por miedo a perderlo en la ciudad. Resulta que si la policía te para en un checkpoint y no llevas el pasaporte original puedes acabar en la cárcel, y la estancia puede llevar desde unas horas hasta incluso uno o dos días si tienes la mala suerte de que sea fin de semana.

Otro tema que ya he contado miles de veces es sobre el consumo e importación de alcohol, como sabréis totalmente prohibido en todo el país. Hoy mismo he leído que algunas embajadas advierten que puedes ser detenido en el aeropuerto si los oficiales huelen el alcohol en tu aliento, imagina que te tomas un par de copazos en el avión y cuando aterrizas te pasas unas horitas detenido.

¿Alguien conoce algún otro lugar del mundo para visitar o trabajar tan agradable como éste (sin contar aquellos países en guerra o con conflictos)?

lunes, 13 de julio de 2009

¿Saudi y Westvleteren?


El escudo de armas saudita es uno de los símbolos nacionales. Consta de dos espadas y una palmera y fue adoptado en 1950 como símbolo de la unificación del Reino llevada a cabo por el monarca Abdul-Aziz bin Saud.

Por otro lado, la abadía de Saint Sixtus en Westvleteren (Bélgica) es una de las 7 abadías trapistas que existen (6 en Bélgica y una en Holanda) y donde los monjes de esta orden elaboran unas deliciosas cervezas. La Westvleteren tiene la particularidad de que su producción es la más reducida de todas las abadías trapistas y su venta se encuentra limitada en la misma abadía previa reserva telefónica. Los monjes de esta abadía elaboran tres tipos de cerveza conocidas como Westvleteren rubia, 8 y 12. Esta última fue elegida en 2005 como la mejor cerveza del mundo.

¿Qué tiene que ver todo este rollo con Arabia Saudita? Pues ahora comparad el escudo de armas de arriba con el símbolo de la abadía:

¿Casualidad? ¿coincidencia? ¿no se parecen en nada y el calor está afectando a mi capacidad de raciocinio? teniendo en cuenta que la abadía de Saint Sixtius se fundó en 1831, supongo que no habrá mayores conexiones entre ambos escudos.

Por cierto, hace menos de dos semanas me encontraba en esta abadía degustando la trilogía de cervezas y ahora me encuentro en Riad, qué vueltas da la vida...