jueves, 20 de noviembre de 2008

Ya tengo el visado!

Pues sí, después de más de dos semanas de papeleos y esperas, parece que me han concedido el visado para poder entrar en el Reino.

Es curioso lo de la entrada a este país; una rápida consulta a la web del consulado puede darte una ligera idea de los requisitos que necesitas reunir:
  • Carta de justificación del viaje de tu empresa española más carta de invitación de la empresa saudí a la que vas a visitar, ambas selladas por sendas Cámaras de Comercio, en el caso de visados de negocios
ó
  • Contrato de trabajo de la empresa saudí más certificado de no padecer VIH y Hepatitis, en el caso de visados de residencia
Bueno, hay otra opción que es la de solicitar un visado por peregrinación a las ciudades santas (Medina y Meca), pero no era mi caso.

Moraleja: no se puede ir a Saudí de turista y aunque quieras ir a trabajar vas a tener que sudar tinta para conseguirlo.

Pues bien, después de conseguir las deseadas cartas, me fui al consulado en Madrid con todos los papelotes y después de pasar al lado de la tanqueta de los maderos y los controles de seguridad pertinentes, llego a la ventanilla donde me atendió un "amable" funcionario saudita. Después de revisar los papelotes y de decirme todos los papelotes adicionales que me hacían falta, revisa el formulario y me dice que el campo "Religión" no valía.

Recuerdo que días antes al ver ese campo en el formulario, me pregunté, ¿qué debería escribir un ateo recalcitrante en el campo "Religión" de un formulario? así que opté por escribir "ninguna".

- funcionario saudita: aquí, en Religión, esto no vale
- myself: ¿por qué no vale?
- funcionario saudita: usted tiene que tener una religión, una fe.
- myself pone cara de incrédulo
- funcionario saudita: sí claro, una fe, no sé, la católica, la musulmana, algo
En ese momento, pensé que podría intentar explicarle lo que es ser ateo, pero temí que sacara un látigo de debajo de la mesa y empezara a fustigarme por infiel.
- myself: ¿vale que ponga cristiana?
- funcionario saudita: sí

Así que me volví para reunir los papelotes que me hacían falta (el certificado de la Cámara de Comercio saudita) y contratar a una empresa que realizara la solicitud y presentara los papelotes en mi nombre, porque resulta que otra de las cosas que me faltaban era presentar un formulario por Internet en árabe con todos mis datos. Es decir, que no hay más narices que contratar a una empresa para que te haga todos los papeleos.

Finalmente, después de unos angustiosos días de espera, parece que el señor cónsul ha dado su visto bueno para que yo haga acto de presencia en su reino durante unos meses, así que el lunes volaré allí si no surge ninguna otra contingencia.

1 comentario:

Igricheff dijo...

Efectivamente mediante módico precio existe gente especializada in situ que te revisa documentación y se encarga de todo, francamente compensa. En la propia embajada te dan los datos y el servicio es impecable.