sábado, 7 de febrero de 2009

Viaje a Jordania

Fin de semana memorable en Jordania incluyendo visita a la espectacular ciudad de Petra. Tengo mucho que contar y muchas fotos que compartir, así que intentaré organizar unas cuentas entradas durante los próximos días.

El viaje comenzó con cierta tensión, mi vuelo a la capital de Jordania (Ammán) salía a las 18:00 de Riad, así que salí escopetado desde la oficina minutos antes de las cuatro de la tarde. Cuando mi conductor estaba a punto de entrar a la única autopista que une la ciudad con el aeropuerto, un coche de policía se cruza peligrosamente delante de nosotros y corta el acceso a la autopista. Tras hablar con mi conductor, nos enteramos de que la autopista estará cerrada durante un tiempo indeterminado, el poli no sabe si serán cinco minutos o una hora y no nos da más detalles, pero enseguida nos damos cuenta de que sólo puede haber una razón para esto: la familia Real se desplaza desde su Palacio a las afueras de la ciudad hasta la Terminal Real del Aeropuerto Internacional de Riad. El dispositivo de seguridad ha sido activado.

Mi conductor intenta buscar alternativas, callejea por varios barrios de la ciudad, cruza calles y caminos a toda velocidad sacándole partido a la tracción del 4x4. El resultado es siempre el mismo: todas los accesos a la autopista se encuentran cortados por la policía, de hecho ya no circula ningún coche por la misma. Armados de paciencia nos paramos a esperar y al poco aparece la comitiva: decenas de coches de policía y camuflados, varios autobuses con lunas tintadas y ¡tres helicópteros escoltando! A los cinco minutos del paso de la comitiva Real, la autopista vuelve a abrirse y los coches retenidos continúan en dirección al aeropuerto. Al final "sólo" hubo un corte de media hora en la autopista, por lo que llegué con tiempo suficiente al aeropuerto.

Royal Jordanian es la aerolínea jordana de la alianza One World que une Riad y Ammán en dos horas y quince minutos. Hasta donde mi memoria alcanza, puedo decir sin lugar a dudas que Royal Jordanian ha sido la mejor compañía aérea con la que he volado, y eso que a ojo de buen cubero habré cogido entre 150 y 200 vuelos en toda mi vida. Se trata de una compañía moderna con servicio al cliente como los de antes: aviones modernos, limpios y bien equipados, comida de calidad Business en un vuelo Economy de dos horas, azafatas guapas y amables, check-in y embarque rápido y eficiente. En definitiva, todo son cosas positivas... ¡pero si hasta te puedes pedir una cerveza en espacio aéreo saudita como si voláramos con Lufthansa! (no como con mi último vuelo con Air France, en el que nada más sobrevolar la frontera con KSA, el sobrecargo anuncia que a partir de ese momento no se servirán más bebidas alcohólicas).

Para rematar el excelente servicio, resulta que cuando compré el billete por internet respondí a esa pregunta que suelen poner las compañías aéreas únicamente para quedar bien: "¿Desea algún tipo de comida especial en este vuelo?" Yo ni me acordaba ya qué respondí y además la azafata me pilló de sorpresa cuando se acercó con una bandeja para preguntarme si había solicitado comida especial, así que me hice el sueco y pedí la bandeja normal.

El vuelo de vuelta fue incluso mejor. En primer lugar Royal Jordanian dispone de una terminal en el centro de la ciudad de Ammán, donde puedes facturar tu equipaje y recoger tu tarjeta de embarque y luego ir tranquilamente por tu cuenta al aeropuerto o bien coger un autobús que sale desde esa misma terminal. Además, el avión que cogí a la vuelta era un flamante y nuevo Airbus 321, con un 5% más de velocidad de crucero que la mayoría de aviones comerciales, con todo el espacio que necesitas para tus piernas y equipaje de mano y con pantalla de televisión en el asiento, donde puedes disfrutar de documentales, vídeos musicales o del diario con los datos de vuelo y una brújula que te indica la dirección en la que se encuentra la Meca.

Esto de la brújula me recuerda otra ocasión en la que un saudita se puso a rezar en el asiento de al lado. Afortunadamente en el avión no necesitan extender la alfombrilla y ponerse en dirección a la Meca, supongo que los que escribieron el Corán no pudieron imaginar el procedimiento a utilizar durante los vuelos en avión. Lo curioso es que aunque estén volando, tienen que intentar adivinar la posición relativa del Sol con respecto a la tierra en el lugar en que está sobrevolando el avión - esto es sólo para musulmanes realmente profesionales, no lo intentes si te acabas de convertir. De hecho, el saudita que me acompañaba en el viaje en aquella ocasión tuvo un error de cálculo ya que después del rezo preceptivo de puesta de Sol, un tipo al otro lado del avión subió la persianilla y entonces los últimos rayos de Sol entraron por la ventanilla. El saudita farfulló algo, espero cinco minutos a que el Sol se pusiera de verdad y luego repitió su rezo.

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