sábado, 7 de febrero de 2009

Jordania, Amman

En 1946 el Reino Hachemita de Jordania nació tras medio siglo de luchas de poder entre Reino Unido, Francia y varios países, monarquías y poderosas familias árabes. El nombre de Hachemita viene del príncipe gobernate de aquella época, Abdalá I. Los Hachemí es el nombre que se da a un linaje árabe que procede de los hijos de Hashim, uno de los clanes de la tribu a la que pertenecía Mahoma. Actualmente Jordania es el último Reino Hachemí que queda en pie (en otra época lo fueron también Siria e Irak) y es un ejemplo de estabilidad política en Oriente Medio.

Su capital, la ciudad de Ammán, se asienta sobre algunos de los restos arqueológicos más antiguos de la Humanidad, se han encontrado restos que se remontan a 6500 años A.C. La ciudad estuvo bajo los dominios de diversos pueblos, entre ellos los nabateos, los asirios, los persas y los griegos, que la llamaron Filadelfia (como el queso), hasta que finalmente fue anexada al Imperio Romano en el siglo I A.C.

El principal aeropuerto de Ammán se encuentra a 35 km al sur de la ciudad. Existen autobuses que parten cada hora pero como mi vuelo llegaba tarde cogí un taxi que en 40 minutos me dejó cerca de la estación de autobuses Abdalí. Al contrario de lo que he encontrado en los países del Golfo, por allí el nivel de inglés de la población en general no es tan bueno y me resultó difícil hacerme entender con el taxista. La tarifa desde el aeropuerto es fija y varía entre los 18 y los 25 Jedis dependiendo de la zona de la ciudad. Sí, cuando pregunté el precio mi primer pensamiento fue intentar adivinar qué relación podía tener La Guerra de las Galaxias y El Retorno del Jedi con los precios de los taxis jordanos, pero es que allí al "Jordan Dinnar" (JD) lo llaman Jedi.

Mi primera misión fue localizar la oficina de la compañía de autobuses JETT, de la cual me había informado previamente para poder ir a Petra al día siguiente (gracias al blog de Lubna Takruri). Rápidamente me di cuenta de lo fácil que es perderse en Ammán, ya que mi primer intento resultó ser en dirección contraria. El truco desde la estación de Abdalí es subir por la calle dejando la oficina de correos a la derecha y la mezquita del Rey Abdulá a la izquierda. Tras unos 500 metros encontrarás la oficina de JETT (+96265664146). Llegué diez minutos antes de que la cerraran (21:00), así que pude comprar el billete para el día siguiente y dirigirme tranquilamente a buscar mi hotel. Fue un esfuerzo innecesario por otra parte ya que al final sólo fuimos seis viajeros en un autobús de cincuenta plazas, pero al menos me sirvió para saber cómo localizar la oficina.

Mi segundo error fue el pensar que sería posible ir de una colina a otra de Ammán callejeando. Dicen que Ammán es una ciudad levantada sobre varias colinas pero es mentira: colinas es lo que hay en Roma, en Ammán lo que te encuentras son montañas. Después de tener que volver sobre mis pasos varias veces, no me quedó más remedio que seguir por las calles principales rodeando las montañas. Además, éstas se encuentran completamente agujereadas por túneles para que los coches puedan moverse mínimamente por esta parte de la ciudad, creo que Gallardón se lo pasaría como un niño pequeño en una juguetería en esta ciudad. Encontrar un mapa de Ammán fue verdaderamente difícil en los días previos, así que recomiendo a futuros viajeros imprimirse una vista de satélite del Google Maps y éste otro mapa que os enlazo aquí.

Ammán se puede dividir en dos partes completamente distintas. La zona antigua se situa al Este y es donde se encuentran la mayoría de los restos arqueológicos y las mayores cuestas. Esta zona es auténticamente árabe, es la primera vez desde que estoy por el Middle East que puedo decir esto, a diferencia de los países del Golfo, donde la inmigración de la India, Pakistán, Bangladesh, Sri Lanka y otros países asiáticos ha sido desproporcionada. Ammán también ha sufrido dos grandes migraciones: la proveniente de Palestina durante decenas de años de conflicto con Israel y la proveniente de Irak tras la guerra del Golfo. Es en aquella zona de la ciudad donde estas comunidades viven acinadas en casas medio derruidas y callejuelas oscuras.

Los restos arqueólogicos de mayor importancia son el Anfiteatro Romano y la Ciudadela:






















También son dignas de visitar las mezquitas del Rey Hussein y del Rey Abdulá:













La zona nueva de la ciudad es mucho más fácil para el caminante, aunque se extiende por largas avenidas. Aquí casi no notas la diferencia con una ciudad europea, la gente viste al estilo occidental y hasta pude ver alguna minifalda. Si viajas solo es muy recomendable coger el Amman City Tour, que por diez Jedis te puedes subir y bajar en cualquiera de sus paradas las veces que quieras. Si vas en grupo al final te sale más rentable coger taxis, que son realmente baratos y los hay por todas partes.

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