miércoles, 14 de enero de 2009

Hacer el indio (parte 2)

Me lo tengo bien merecido, después de mis comentarios sobre la clasificación de las gentes de ese gran país llamado India, no he podido tener mejor reprimenda que tener que compartir vivienda con uno de los de la segunda categoría. Sí, mi nuevo compañero de casa es de los que han salido poco de su país y han tenido poco trato con occidentales, así que está siendo todo un desafío acostumbrarme a esta nueva situación. Copiándome del entrañable tendero de los Simpsons, me referiré a él a partir de ahora como Apu para mantenerle en el anonimato.

Básicamente, tanto él como yo estamos alucinando con nuestras respectivas culturas. Apu viene de un pequeño pueblo del sur de la India, aunque hace 11 años ya que lo abandonó para labrarse un próspero futuro en el mundo de las Tecnologías de la Información. Hasta hace unos días estaba viviendo solo en otra de las casas del compound, pero se sentía muy desgraciado y se vino a vivir a la mía ya que nuestras casas son de dos dormitorios - cada una con su baño afortunadamente.

Ya es el segundo indio que me encuentro que no sabe estar solo y creo que es algo muy común. Por lo que me ha contado Apu, en la India no se concibe que alguien se independice de casa a no ser que se tenga que ir a vivir a otra ciudad. De lo contrario, uno se queda viviendo con sus padres y el resto de la familia para siempre. Es tal la necesidad que tiene de estar acompañado, que me persigue por toda la casa para intentar conversar conmigo, así que no me queda más remedio que aislarme en mi habitación para tener un rato de tranquilidad.

Además del arraigo familiar, otro valor muy importante en la India es la generosidad y el compartir cualquier bien material. Apu me ofrece continuamente para que pruebe sus platos y dulces autóctonos, así que no me queda más remedio que aceptar la invitación de vez en cuando. Lo malo del tema es que tampoco tiene problema en pillar cualquiera de mis cosas del frigorífico, y me resulta un poco difícil explicarle que sólo somos compañeros de trabajo y no tenemos por qué compartirlo todo, no creo que llegara a entenderlo.

Lo de la familia y los amigos llega a tal extremo, que cuando uno se casa en la India las bodas pueden llegar a ser todo un acontecimiento. En el caso de Apu, a su boda asistieron más de 3.000 invitados, ya os podréis imaginar. También me ha contado que las bodas suelen estar acordadas entre las familias en más de un 90% de los casos, de hecho al otro 10% de los casos se las llama "bodas de amor".

Sin embargo, lo que peor llevo es el tema de la televisión y las cancioncitas. La mayor afición que tiene Apu en casa es poner en la tele alguno de los canales indios del tipo "Lluvia de Estrellas versión Bollywood". Estoy hasta las narices de las cancioncitas tradicionales. Y para colmo, hay veces que Apu se emociona y se pone a canturrear él mismo, cualquier día le veo por el salón cantando, dando palmas y saltitos de alegría. En fin, que cada día descubro una nueva historia de esta cultura y uno se da cuenta de lo diferentes que somos.

Ya estamos a miércoles por la tarde lo que significa que el fin de semana acaba de empezar. Dentro de unas horas nos vamos a Bahrein a pasar un día y medio en la única ciudad del Middle East donde todo está permitido y que funciona como válvula de escape para una masa multicolor de árabes y expatriados de decenas de países distintos unidos por una causa común: pasarlo bien, beber algo de alcohol y ver mujeres sin burkas ni abayas. Esto será toda una nueva experiencia para mi compañero Apu, que en su vida ha entrado a un pub ni a una discoteca.

3 comentarios:

C.Carro (Master del Universo) dijo...

Pués dile que te prepare un lassie strong, y luego nos lo cuentas.¿?¿?

Danience dijo...

Miedo me da eso del lassie strong. ¿Se puede saber que és?

C.Carro (Master del Universo) dijo...

estupendo batido o yogur...