sábado, 31 de enero de 2009

Escenas de Riad

Tras haber pasado unos días en Madrid (tiempo suficiente para haber sufrido los rigores del invierno y traerme un resfriado de vuelta), ya estoy de nuevo en Riad disfrutando de los 26º que teníamos a las siete de la tarde, no está mal.

Tenía pendiente subir unas cuantas fotos y contar alguna que otra curiosidad de Riad, así que doy así comienzo a una entrada 'miscelánea'.

En primer lugar, un par de fotos tomadas con sigilo y destreza de la Chop-Chop Square, donde los viernes tiene lugar algún que otro espectáculo sanguinolento de corte de manos (al que roba) o de cabeza (al que asesina o trafica con drogas). El edificio que se ve en la foto es el cuartel general de la Mutawwa o "Comisión para la Promoción de la Virtud y la Prevención contra el Vicio", también conocida como Policía Religiosa.

















Como ya he contado alguna vez, en Riad todo el mundo se mueve en coche. En la mayoría de los barrios de la ciudad ni siquiera hay construidas aceras para que la gente circule por ellas. Además de que las distancias son enormes, el hecho de que durante la mitad del año las temperaturas pasen de 40º (y lleguen a los 50º en verano) también puede influir en la dependencia del coche. Esto da lugar a imágenes curiosas como la siguiente: no existen cajeros automáticos a los que te puedas acercar andando salvo dentro de los centros comerciales, todos los cajeros que te encuentras por la calle están preparados para ser utilizados desde la ventanilla de tu coche, como si fueras a pedir un Whopper.


Otra de las cosas que nunca verás por la calle es un perro. Estos animales están considerados como sucios e inferiores por el Islam, por lo que no tienen cabida en esta sociedad. Su hueco está perfectamente cubierto por los gatos, que abundan por todas las partes de la ciudad. En la foto, un lindo gatito en uno de los parques que rodean el Museo Histórico Nacional.

Volviendo al tema de los centros comerciales que es donde se cuece la vida en esta ciudad, he aquí otra instantánea de los nueve empleados (apuesto a que todos filipinos) de la tienda Bershka que esperan pacientemente a que termine la oración. Efectivamente, cuando toca la hora de rezar todas las tiendas del centro comercial tienen que cerrar durante los 15-30 minutos que dura la oración. Si estás en un supermercado y te pilla la hora te cierran las puertas y tienes que esperar dentro. Como se ve en la foto el cierre es obligatorio, da igual que ninguno de los nueve empleados vaya a rezar a la mezquita habilitada a tal efecto dentro del centro comercial, aquí cierran todos y a esperar. Nótese también en la foto el colorido de las vestimentas femeninas, y compárese con el escaparate de la tienda.



Continuamos con el recurrente tema del WC, he aquí otro modelo con mucho más estilo que el que disfruto en mi oficina. A la izquierda podéis ver el modelo de lavabo a dos alturas completamente adaptado a las necesidades del cliente. No, el lavabo de baja altura que se ve al fondo no se trata de un lavabo para niños, sino que es un lavabo adaptado para lavarse los pies con toda comodidad. A la derecha un nuevo modelo de váter al estilo europeo, pero con las ineludibles reminiscencias del mundo árabe, es decir, la manguera para evitar el uso del papel en el culo junto con el agujero en el suelo para evitar tener que entrar con botas katiuskas.





Tras esta nueva ración de higiene y para finalizar con este repaso de escenas de Riad, nada mejor que tomarse una Coca Cola Light: he aquí el moderno diseño de las latas, junto con la apertura estilo chapa de las antiguas, de esas que se dejan peligrosamente tiradas por la calle.

miércoles, 28 de enero de 2009

Kingdom of Bahrain

El Reino de Bahrein es un pequeño isla-estado situado en el Golfo Pérsico y pegado a la costa saudita. Su historia es similar a la de tantos otros países de la zona, marcada por el comercio desde tiempos antiguos y repleta de luchas de poder entre tribus y familias, sin olvidar el cambio producido por la llegada del Islam. Bahrein fue una colonia Británica hasta 1971 cuando consiguió la independencia.

Además de un considerable aeropuerto internacional, el medio más fácil para llegar desde KSA es atravesar un puente de 25 kilómetros construido entre 1981 y 1986 y financiado en su totalidad por el Estado Saudita, de hecho recibe el nombre de Autopista del Rey Fahd. Como curiosidad, la frontera entre ambos países se encuentra en una isla de origen artificial y construida a tal efecto. Recientemente Barhein y Qatar han firmado un acuerdo para construir el que será el puente más largo del mundo, con sus 40 kilómetros.

El viaje a Bahrein desde Riad es bastante aburrido, 400 kilómetros de autopista de tres carriles donde lo único que ves son camiones, desierto y refinerías, con la arena cruzando la carretera cuando el viento sopla. Si andas alegre con el acelerador se puedes plantar en el puente en menos de tres horas, lo cual no viene nada mal porque en hora punta los fines de semana puedes llegar a tardar hora y media en cruzar la frontera.



La capital de Bahrein, Manama, es una ciudad bastante abierta comparada con el resto de países de la región. No tiene muchos atractivos turísticos salvo el Museo Nacional, el World Trade Center (un edificio con tres rotores), las Dual Towers y la mezquita de Al Fateh.


































La visita al Museo Nacional es especialmente recomendable. Por el euro que cuesta la entrada se puedes empapar de la historia y de las curiosidades del país. Allí aprendí que el país fue el mayor productor de perlas naturales hasta que el negocio se agotó allá por 1930, casi la totalidad de la población dependía de esta fuente de ingresos. Dio la casualidad que en 1932 se encontró petróleo en la zona, así que pudieron cambiar fácilmente de fuente de ingresos.



lunes, 19 de enero de 2009

Tras las huellas de los Nabateos

Durante los últimos días me ha sido imposible encontrar un hueco para escribir, no es que el fin de semana en Bahrein me haya dejado exhausto, de hecho la visita a este Reino ha sido un poco decepcionante, ya contaré más cosas cuando me copie las fotos.

El caso es que llevo unos días restándome horas de sueño y estudiando concienzudamente al antiguo pueblo de los Nabateos y su yacimiento arqueológico de Mada'in Saleh, del cual tuve conocimiento en mi reciente visita al Museo Histórico Nacional.

El origen del pueblo de los Nabateos no es muy conocido, tan sólo se sabe que tuvo su apogeo entre los siglos III A.C. y I D.C. cuando comenzaron a decicarse al comercio de incienso y otras especias a lo largo de una ruta que cruzaba toda Arabia de sur a norte, desde lo que es hoy Yemen hasta Damasco y otras importantes ciudades de Mesopotamia.

Con los beneficios del comercio consiguieron construir unos impresionantes monumentos y tumbas funerarias en sus dos emplazamientos más conocidos, Petra y Mada'in Saleh. La primera de ellas constituye la capital nabatea del norte y la segunda fue la capital del sur. Todo el mundo ha oído hablar de las ruinas de Petra (Jordania) y su archiconocida fachada en la que Indiana Jones se adentró en busca del Santo Grial, como recordaréis al ver la foto de la derecha. Petra recibe cada año más de medio millón de visitantes.

Sin embargo, no es tan conocida la existencia del emplazamiento de Mada'in Saleh, el cual es visitado por unas 15.000 personas al año. Bueno, también es posible que el tema de llegar aquí sea un poco más complejo, por aquello de obtener el visado. Hace poco he averiguado que el "gobierno" está empezando a promocionar el turismo en el Kingdom aunque aún la tarea de conseguir entrar al país si no es con visado de negocios es un poco difícil: tan sólo unas pocas agencias de turismo saudita conceden un número muy limitado de visados de turismo y únicamente a grupos organizados. Es curioso comprobar como poco a poco la mayoría de los países del Middle East empiezan a darse cuenta que conviene comenzar a diversificar las fuentes de ingresos, no vaya a ser que dentro de algunas décadas el dinero deje de brotar del suelo...

La versión musulmana de este emplazamiento también es de lo más curiosa y de lo más interesante. Cuenta el libro santo del Corán que esta zona, conocida entonces por el nombre de Al-Hijr, estuvo habitada hace miles de años por el pueblo de los Thamud. Este pueblo empezó a desviarse un poco y comenzó a construir estos monumentos en la roca y a idolatrar a otros dioses. Para hacerles volver al buen camino, Alá envió al profeta Saleh que en un principio tuvo escaso éxito en su misión. Los Thamud le pidieron que obrara algún milagro para darle credibilidad, en concreto le pidieron que un camello hembra apareciera de entre las rocas. Dicho y hecho, Alá obró el milagro y el camello no sólo apareció de una roca partida en dos, sino que además tenía la propiedad de que podía beber toda el agua que encontraba y producía leche para todo el pueblo.

No contentos con eso, los Thamud siguieron adorando a sus falsos ídolos, intentaron acabar con el camello e incluso hubo un complot para asesinar al profeta Saleh. Al final la paciencia de Alá termino con la destrucción de la ciudad mediante un terremoto.

Siglos después y con la llegada de Mahoma (PBUH), en uno de sus numerosos viajes el Profeta (PBUH) hizo una parada en los restos que hoy quedan de esta ciudad y dijo que cualquier musulmán que entrara a esta ciudad debería recapacitar sobre los actos del antiguo pueblo que lo habitó para no caer en los mismos errores. Es por ello que hasta hace poco la visita de musulmanes a esta zona no estaba muy bien vista en la Sociedad saudita, pero eso es cosa del pasado porque como he comentado un poco más arriba, se están realizando unos enormes esfuerzos para intentar promocionar el turismo en el Kingdom.

Además, se da la circunstancia de que el emplazamiento de Mada'in Saleh fue incluido en junio de 2008 en la lista de lugares Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, lo cual da a entender que en los próximos años el número de visitas a este lugar puede crecer a un ritmo considerable.

En definitiva, que después de todo esto creo que tengo la obligación de intentar hacer todo lo posible para visitar este lugar, es una oportunidad única en la vida que no se me volverá a presentar, y para muestra unas pocas impresionantes fotos de lo que Mada'in Saleh ofrece a sus escasos visitantes. Os mantendré informados.





















P.D.: ruego a historiadores y conocidos del tema que me perdonen las imprecisiones, gustosamente procederé a corregir cualquier error que me sea comunicado

miércoles, 14 de enero de 2009

Hacer el indio (parte 2)

Me lo tengo bien merecido, después de mis comentarios sobre la clasificación de las gentes de ese gran país llamado India, no he podido tener mejor reprimenda que tener que compartir vivienda con uno de los de la segunda categoría. Sí, mi nuevo compañero de casa es de los que han salido poco de su país y han tenido poco trato con occidentales, así que está siendo todo un desafío acostumbrarme a esta nueva situación. Copiándome del entrañable tendero de los Simpsons, me referiré a él a partir de ahora como Apu para mantenerle en el anonimato.

Básicamente, tanto él como yo estamos alucinando con nuestras respectivas culturas. Apu viene de un pequeño pueblo del sur de la India, aunque hace 11 años ya que lo abandonó para labrarse un próspero futuro en el mundo de las Tecnologías de la Información. Hasta hace unos días estaba viviendo solo en otra de las casas del compound, pero se sentía muy desgraciado y se vino a vivir a la mía ya que nuestras casas son de dos dormitorios - cada una con su baño afortunadamente.

Ya es el segundo indio que me encuentro que no sabe estar solo y creo que es algo muy común. Por lo que me ha contado Apu, en la India no se concibe que alguien se independice de casa a no ser que se tenga que ir a vivir a otra ciudad. De lo contrario, uno se queda viviendo con sus padres y el resto de la familia para siempre. Es tal la necesidad que tiene de estar acompañado, que me persigue por toda la casa para intentar conversar conmigo, así que no me queda más remedio que aislarme en mi habitación para tener un rato de tranquilidad.

Además del arraigo familiar, otro valor muy importante en la India es la generosidad y el compartir cualquier bien material. Apu me ofrece continuamente para que pruebe sus platos y dulces autóctonos, así que no me queda más remedio que aceptar la invitación de vez en cuando. Lo malo del tema es que tampoco tiene problema en pillar cualquiera de mis cosas del frigorífico, y me resulta un poco difícil explicarle que sólo somos compañeros de trabajo y no tenemos por qué compartirlo todo, no creo que llegara a entenderlo.

Lo de la familia y los amigos llega a tal extremo, que cuando uno se casa en la India las bodas pueden llegar a ser todo un acontecimiento. En el caso de Apu, a su boda asistieron más de 3.000 invitados, ya os podréis imaginar. También me ha contado que las bodas suelen estar acordadas entre las familias en más de un 90% de los casos, de hecho al otro 10% de los casos se las llama "bodas de amor".

Sin embargo, lo que peor llevo es el tema de la televisión y las cancioncitas. La mayor afición que tiene Apu en casa es poner en la tele alguno de los canales indios del tipo "Lluvia de Estrellas versión Bollywood". Estoy hasta las narices de las cancioncitas tradicionales. Y para colmo, hay veces que Apu se emociona y se pone a canturrear él mismo, cualquier día le veo por el salón cantando, dando palmas y saltitos de alegría. En fin, que cada día descubro una nueva historia de esta cultura y uno se da cuenta de lo diferentes que somos.

Ya estamos a miércoles por la tarde lo que significa que el fin de semana acaba de empezar. Dentro de unas horas nos vamos a Bahrein a pasar un día y medio en la única ciudad del Middle East donde todo está permitido y que funciona como válvula de escape para una masa multicolor de árabes y expatriados de decenas de países distintos unidos por una causa común: pasarlo bien, beber algo de alcohol y ver mujeres sin burkas ni abayas. Esto será toda una nueva experiencia para mi compañero Apu, que en su vida ha entrado a un pub ni a una discoteca.

martes, 13 de enero de 2009

Polite, very polite

Aunque parezca sacado de un chiste, esto es tan real como la vida misma. ¿Cuánto se tarda en preguntarle a un español, a un inglés y a un árabe a qué hora es mañana la reunión?

Caso 1:
- Hola Paco, ¿a qué hora tenemos mañana la reunión?
- A las diez.
- Gracias
(tiempo: 5 segundos)

Caso 2:
- Buenos días Andrew, ¿qué tal estás?
- Muy bien gracias, ¿y tú qué tal estás?
- Pues bien, no me puedo quejar. Perdona si te interrumpo pero me preguntaba si podrías amablemente confirmarme a qué hora tenemos mañana la reunión.
- Claro, no es molestia alguna. La reunión es a las diez de la mañana.
- Muchas gracias, muy amable de tu parte.
- De nada.
(tiempo: 15 segundos)

Caso 3:
- Que la paz sea contigo Muhamed.
- Contigo sea la paz también.
- ¿Qué tal estás?
- Muy bien gracias. ¿Y tú qué tal estás?
- Pues también bien, gracias.
- ¿Y tu familia? ¿qué tal se encuentra?
- Ellos también se encuentran bien, gracias por preguntar.
- Me alegro, ¿has podido ver a tu familia recientemente?
- Sí, bueno hace un par de semanas.
- Muy bien, eso está muy bien. Por cierto, ¿algún nuevo fichaje en el Real Madrid?
- Pues por el momento no, parece que ya tienen el equipo para lo que queda de temporada.
- Bueno, bueno, eso está bien.
- Por cierto, me preguntaba si podrías amablemente confirmarme a qué hora es mañana la reunión.
- La reunión es a las 10 de la mañana, con la gracia de Alá.
- Muchas gracias.
- De nada, que la paz sea contigo.
- Contigo sea la paz.
(tiempo: 40 segundos)

jueves, 8 de enero de 2009

Conducción a la "mecagoendiez"

Ya he comentado en anteriores ocasiones que conducir por Riad es toda una aventura, tan pronto te puedes cruzar con un saudita en un todoterreno de 5 metros conduciendo a 160 kmh como con un paki conduciendo un Hyundai a 80 kmh por una autopista. Todo ello sin mencionar los diversos hobbies que tienen algunos mientras conducen.

Hoy quería dedicar esta entrada a explicar lo curioso que resultan algunos cruces de calles cuando éstas tienen 3 o 4 carriles por sentido. Aquí han oído hablar poco de los nudos de autopista donde para tomar otra dirección o cambiar de sentido simplemente tienes que salirte, coger una curva y ya estás donde querías. Bueno, estamos de acuerdo en que en algunos casos la cosa no es tan sencilla como se puede ver en la imagen de la derecha.

El caso es que en Riad casi no existen nudos así que si vas por una de estas anchas avenidas y quieres girar a la izquierda tienes dos opciones:
  1. si el cruce es al mismo nivel y no tiene separación, giras en cuanto se abre el semáforo en lo que se puede denominar "maniobra de giro a la mecagoendiez", rezando a tu Dios favorito para que algún otro loco no le dé por girar a la vez, ya que los semáforos no están preparados para regular este tipo de giros como uno podría esperar
  2. si el cruce es a distintos niveles o bien tiene alguna separación física, no te quedan más pelotas que seguir todo recto y dar la vuelta más adelante

Lo curioso de la segunda opción es que aquí tampoco conocen las rotondas, así que de vez en cuando te encuentras en una avenida de cuatro o cinco carriles con un giro en U donde los coches entran en paralelo y salen dejándose la gomas de las ruedas en el asfalto. Para muestra de este segundo tipo de cruce, las siguientes fotos por cortesía de Google.


As-Sa'ah Square

Tras la visita al Museo Nacional me he dirigido un poco más al sur hasta el barrio de Deira, no sin antes tener que atravesar una zona repleta de tiendas cutres regentadas por la típica fauna de indios, pakis, bengalíes y similares.

Lo más destacado del barrio de Deira es que en él se encuentras los cuarteles generales de la Mutawwa (la policía religiosa saudita) y junto a este edificio, la Plaza de As-Sa'ah, más conocida entre los expatriados como yo con el onomatopéyico nombre de Chop-Chop Place. Lo del 'chop-chop' viene porque aquí es donde tienen lugar las ejecuciones públicas consistentes en la decapitación del condenado mediante sablazo y ante la multitud reunida.

En los últimos años el número de ejecuciones públicas ha superado la centena, aún no he podido encontrar los datos de 2008. Estas ejecuciones siempre tienen lugar los viernes por la mañana, día santo del Islam, así que ya me habían avisado que no es muy recomendable acercarse por la zona en ese día de la semana a no ser que quieras vivir una de las peores experiencias de tu vida. De hecho, algunos comentas que si algún occidental es visto entre la multitud, los amables sauditas le colocan en primera fila para que no se pierda ni un detalle de la sangría.

Para finalizar con el tema gore, he podido comprobar lo bien que tienen preparada la plaza ya que justo en el sitio donde tiene lugar la ejecución hay colocadas unas losetas con agujeros de modo que la sangre se pueda limpiar fácilmente a base de manguera.

No he podido resistirme a sacar alguna foto intentando pasar inadvertido, así que ya las subiré subiré cuando consiga copiarlas desde mi cámara.

Al Murabba

Nota: desgraciadamente esta entrada no tiene aún fotos ya que he olvidado en Madrid el cable de la cámara. A ver si consigo pronto un modo de copiarlas.

Nuevo fin de semana en Riad en el que he decidido darle otra oportunidad a esta ciudad. Hoy me he levantado muy pronto para ir al Museo Nacional de Arabia Saudí. No estaba seguro de que me fueran a dejar pasar, ya que había leído en algunos sitios que el fin de semana estaba reservado para familias por el tema de la segregación sexual, es decir que un hombre solo no iba a poder entrar.

Afortunadamente mis temores no se cumplieron y el taquillero me cobró los 15 riales pertinentes sin ningún problema, no sin antes preguntarme por mi equipo de fútbol preferido nada más enterarse de que era español (ya me he acostumbrado a este tipo de preguntas).

El Museo Nacional se encuentra al sur del barrio de Al Murabba, junto al Palacio del mismo nombre. Es una zona de la ciudad completamente remodelada hace unos pocos años, donde los edificios se encuentran rodeados de grandes parques y cientos de familias disfrutan al Sol de las agradables temperaturas invernales.

La visita al Museo es de lo más recomendable. A través de multitud de objetos, mapas, paneles, pantallas, proyecciones y locuciones te van contando la Historia de la Península Arábica y de los pueblos que la habitaron en los últimos 5 milenios. Entre ellos, me quedo con los Nabateos, que fue un pueblo conocido por construir la famosa ciudad de Petra en Jordania, pero que también construyeron otra ciudad no tan conocida llamada Mada'in Salih y que se encuentra al noroeste de Arabia y donde al igual que en Petra, aún se pueden observar las enormes fachadas esculpidas en la roca que y que albergaban las tumbas de los reyes.

El Museo dedica unas cuantas salas a contar la vida de Mahoma (la paz esté con él, o como ponen en inglés PBUH o 'Pace Be Upon Him'), su niñez, su juventud, sus viajes, sus revelaciones y peregrinaciones y las cosas que hizo en las dos ciudades santas del Islam, Meca y Medina. También cuentan como el Profeta (PBUH) fundó el Islamismo y cómo este se extendió por casi todo Oriente Medio, norte de Africa y parte de Europa. Resulta curioso que cada vez que le nombran por su nombre propio Mahoma (PBUH) o bien como el Profeta (PBUH) están obligados a poner las cuatro letritas entre paréntesis, así que las he tenido que leer cientos de veces.

La visita continúa con la etapa más reciente empezando por el Primer Estado Saudita y los otros dos que siguieron y que ya contaré en otro momento.

El recorrido finaliza con la historia de las ciudades de la Meca y Medina, las diversas construcciones realizadas alrededor de la Kabba y con el detalle de la mezquita de Medina, que es la mezquita más importante del Islam ya que fue la primera que ordenó construir el Profeta (PBUH) cuando habitó en aquella ciudad. Impresiona ver alguno de los vídeos donde se explica que la mezquita tiene capacidad para que 700.000 musulmanes recen simultáneamente.